Los protagonistas de esta historia son Yani y Facu. Y Roma. Sin Roma, su hija, no podría estar completa. Porque al final, terminó siendo ella el centro de atención del Registro Civil y, claramente, de mis fotos.

Este es sin duda el casamiento más chico que he fotografiado. Y eso fue espectacular! Porque dejé de ser un fotógrafo sumergido entre mucha gente (como pasa normalmente) y me convertí en uno de los invitados.

Pocas personas, un departamento, muchísima comida, miles de anécdotas y carcajadas!

Así puedo resumir esta linda historia 🙂